Colombia suspende en Igualdad de Género, ¿Y a quién le importa?
- Paula Seijo
- 1 jun 2019
- 6 Min. de lectura
Actualizado: 1 jul 2019
"La desigualdad de las mujeres constituye un caso especial entre todas las discriminaciones sociales. En efecto, a diferencia de otros casos, no constituyen una clase social, ni un grupo específico; no son una comunidad, ni una minoría social o racial, atraviesan todos los grupos y pueblos y, en todos ellos, son una inseparable mitad. Acabar con las condiciones que han permitido su desigualdad social y política sería, después de la liberación de los esclavos, la mayor revolución emancipadora". Villalobos, 1997.

Las conquistas alcanzadas en los últimos años por los movimientos feministas de toda América Latina para una igualdad real entre hombres y mujeres han sido muchas, pero todavía no son suficientes: la igualdad de género en pleno s. XXI es toda una quimera. Según el último informe del Foro Económico Mundial se necesitarán todavía 100 años para cerrar la brecha de género a nivel mundial y 217 sólo para lograrlo en el ámbito laboral (World Economic Forum, 2017). Colombia no es una excepción. El último Índice de Brecha de Género sitúa al país en el puesto 36 de 144 países analizados y en el puesto 59, en materia de empoderamiento político (World Economic Forum, 2017). La disparidad de género en amplios sectores sociales del país sigue siendo un lastre para un desarrollo integral, inclusivo y sostenible.
En Colombia, como en América Latina, la pobreza es femenina. Según el Índice de feminidad en hogares pobres de 2014, en Colombia por cada 100 hombres viviendo en hogares pobres, existían 118 mujeres en igual situación, evidenciando la falta de autonomía económica de las mujeres y la falta de voluntad política del gobierno (Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe, 2018).
La participación en el mercado laboral de las mujeres sigue siendo muy restringida, debido al tiempo dedicado al trabajo en el hogar, con 28,3 horas más dedicadas a estas actividades - no asalariadas - respecto a los hombres (Observatorio Servicio Público de Empleo, 2017).Y a pesar de que las mujeres cuentan con más formación - 1 año más en comparación con los hombres en su misma situación - los hombres reciben un 20% más de ingresos, mostrando la desigual participación en el mercado laboral (Osorio, 2015).
Al igual que en el resto del continente, las mujeres están presentes en sectores como ’servicios comunales, sociales y personales’ en un 67% o ’comercio, hoteles y restaurantes’ en un 53%, mostrando la realidad sexista de ’los trabajos hechos para mujeres’ (Observatorio Servicio Público de Empleo, 2017). Una situación que se agrava en una interminable suma de factores que sólo añaden mayor desventaja y vulnerabilidad, tales como ser mujer cabeza de hogar, la ruralidad, la etnicidad, víctima del conflicto armado, entre otros. Los avances a nivel institucional, normativo y legal siguen siendo en éste ámbito claramente insuficientes para contrarestar el enorme desajuste en derechos y oportunidades del sistema económico de Colombia.
Sin embargo, la gran deuda del país con las mujeres sigue siendo en las áreas de participación y autonomía política. Colombia cuenta con la ley 581 el año 2000 que estipula una cuota del 30% de mujeres para cargos públicos; la ley 575 de 2015 que incluye en listas el 30% si hablamos de cinco, o más curules para asegurar la participación democrática y otra ley de partidos que hace referencia a la formación, financiación y cuotas para mujeres (Congreso de la República de Colombia). En la realidad, todo se queda en el papel. En 1954 se logró el derecho al voto y desde entonces, no se ha contando con ninguna mujer Presidenta, tampoco con ninguna Vicepresidente, Contralora General de la Nación, Fiscal General o Ministra de Defensa. Desde 1954 a 1988 las mujeres que lograron entrar al Congreso en más de 30 años representaron el 2% del Senado. Hoy, en 2018, el porcentaje de mujeres en el Senado es del 23% y en la Cámara de Representantes el 19% (Congreso de la República de Colombia). En la rama judicial, los avances tampoco alcanzan la meta nacional del 30%. La paridad política como aspiración, está lejos de ser alcanzada en Colombia. Es necesario una mayor y justa participación de las mujeres - más allá del sistema del sistema de cuotas - en la institucionalidad democrática y en la vida productiva, familiar y social (ONU Mujeres, 2017).
La violencia de género es una de las formas más insidiosas de discriminación y violación de los derechos humanos de las mujeres. En los últimos años, en Colombia se han aprobado una serie de normas y políticas públicas que han avanzado en la tipificación y protección de las víctimas de violencia de género, entre las que cabe destacar la ley 1257 de 2008 sobre la sensibilización, prevención y sanción de todas las formas de violencia y discriminación contra las mujeres. Posteriormente, se aprobó la ley 1719 de 2014 por la que se adoptaban medidas para garantizar el acceso a la justicia de las víctimas de violencia sexual, en especial la violencia sexual con ocasión del conflicto armado en Colombia, especialmente con medidas prioritarias para mujeres, niñas, niños y adolescentes víctimas (Moreno, 2016). Otro avance a nivel legislativo llegaría pronto, con la ley 1761 de 2015 (o más conocida como Ley Rosa Elvira Cely) donde se tipifica el feminicidio como un delito autónomo a fin de garantizar la no impunidad de este tipo de violencia contra la mujer mediante un fortalecimiento del sistema de justicia en Colombia. Los avances en materia normativa y conceptual han sido significativos, al igual que es notable el mayor nivel organizativo y de incidencia de las organizaciones sociales y de mujeres a nivel nacional, sin embargo y pese a todos los avances, las cifras revelan un aumento de casos. La violencia contra la mujer no cesa.
El sistema médico-legal reportaba que entre 2007 a 2016 se atendieron 527.284 casos de violencia de pareja (Medicina Legal y Ciencias Forenses, 2017). A pesar de Planes Nacionales y Regionales, Rutas de Atención, campañas de sensibilización para combatir el auge de los casos, la situación es considerada de ‘dimensiones epidémicas’.
Y es que 7 de cada 10 mujeres colombianas (el 74%) ha sido víctima de algún tipo de violencia de género en el país (Medicina Legal y Ciencias Forenses, 2017).
La violencia en Colombia tiene todas las historias, desde las lesiones personales hasta el abuso sexual, los feminicidios o los ataques con ácido. Aunque las cifras sean alarmantes, la respuesta del Estado sigue siendo ineficaz y superficial para atajar un problema sistemático y estructural, tanto por las repercusiones de medio siglo de conflicto, como por la persistencia de un sistema fuertemente hetero-patriarcal y machista.
Romper con el ciclo de la violencia y la violación sistemática de los derechos de las mujeres no es una tarea fácil y requiere más que pañitos húmedos, una respuesta integral capaz de aplacar años de inequidad estructural entre hombres y mujeres. Más de medio siglo de conflicto han añadido un factor extra de vulnerabilidad a las mujeres y otros grupos de población en Colombia pero, la violencia sexual y otros flagelos contra el cuerpo y dignidad de las mujeres han existido siempre. La Paz es un nuevo territorio de oportunidades para trabajar por la igualdad pero, no es la solución a todos los problemas del país. La transversalización del enfoque de género, el enfoque diferencial y de derechos debe integrarse de manera meticulosa y sostenida en toda clase de políticas públicas, planes nacionales y actividades de los diferentes sectores públicos. ¡Con presupuesto!, claro.
_ Congreso de la República de Colombia. (n.d.). DDHH de las Mujeres. Normativa. Consultado Mayo 24, 2018, en Senado de Colombia: www.senado.gov.co/mujeresyderechos
_ Medicina Legal y Ciencias Forenses. (2017). Forensis 2016, Datos para la Vida. Botogá D.C.
_ Moreno, L. C. (2016). Acceso a la Justicia para mujeres víctimas de violencia sexual. Corte Constitucional, Mesa de Seguimiento , Bogotá D.C.
_ Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe. (2018, Mayo 24). Indice de Feminidad en Hogares Pobres -2014. CEPAL.
_ Observatorio Servicio Público de Empleo. (2017). Brechas de Género en el Mercado Laboral. Servicio de Empleo.
_ ONU Mujeres. (2017). Brechas de Género y Desigualdad: de los Objetivos de Desarrollo del Milenio a los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Programa Superando la Violencia contra las Mujeres. Bogotá D.C: ONU Mujeres.
_ Osorio, V. (2015). La situación laboral de las mujeres:entre lo invisible, lo precario y lo desigual. Colombia.
_ World Economic Forum. (2017). The Global Gender Gap Report. Geneva: World Economic Forum.
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