Quiero confiar en México  era una campaña que buscaba hacer un llamado a la responsabilidad compartida y el propósito común de todos los mexicanos en la lucha contra la corrupción - vista como el principal obstáculo para el desarrollo del país -, usando ejemplos positivos de veeduría pública y transparencia promovidos por la sociedad civil y el sector privado. En colaboración con el Consejo Cívico de Nuevo León e Idafield, fui parte del equipo que se encargó del desarrollo del concepto de campaña, una metodología innovadora para la promoción de confianza y transparencia, así como la propuesta técnica de financiación, galardonada con 1,8 millones de dólares de USAID para su implementación piloto en el estado de Nuevo León (México). En su fase de implementación, la campaña cambió de nombre a "Soy Honesto Hoy".